¿ES JESUCRISTO UN SER CREADO?
- Admin
- 29 sept 2015
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Se ha popularizado entre algunos cristianos las ideas de que Jesús es un ser creado e inferior al Padre, que solo el Padre es Dios y por lo tal se le debe llamar Jehová; que el Espíritu Santo es una fuerza activa del poder de Dios y no un ser personal y distinto de los otros seres de la Deidad. De hecho, se han usado pasajes de las Santas Escrituras para apoyar dicha creencia utilizando nuevas traducciones bíblicas para hacer más creíble la doctrina. Sin embargo, ¿La traducción utilizada es realmente fiel copia de los escritos Hebreos y Griegos antiguos? o ¿Están bien traducidos? ¿Qué dicen los originales realmente?
Este tema pretende aclarar estas interrogantes, haciendo una investigación profunda en los escritos originales, comparando versiones Bíblicas en diferentes idiomas y años de versión, dando comentarios concretos y con bases fundamentadas acerca de lo que verdaderamente presenta la Biblia tocante a la naturaleza de la Deidad.

USO DE LA TRADUCCIÓN REINA VALERA
La antigua versión de Casiodoro de Reina, de 1569, revisada por Cipriano de Valera, en 1602, y cotejada posteriormente con diversas traducciones y con los textos hebreos y griegos en los años 1862 y 1909. En 1960 se hizo una nueva revisión con cambios fundamentales en la traducción de algunos términos.
La Biblia de Casiodoro de Reina, también conocida como la “Biblia del Oso” y referida usualmente como la Reina Valera (1569) es una de las primeras traducciones de la Biblia al castellano. La obra fue hecha a partir de la traducción de los textos originales en hebreo y griego y fue publicada en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1569. Su traductor fue Casiodoro de Reina. La Biblia del Oso es usualmente referida como Reina-Valera (RV) por haber hecho Cipriano de Valera la primera revisión de ella en 1602.
La Reina-Valera tuvo amplia difusión durante la Reforma Protestante del siglo XVI. Hoy en día, la Reina-Valera (con varias revisiones a través de los años) es una de las biblias en español más usadas por gran parte de las iglesias cristianas derivadas de la Reforma Protestante (incluyendo las iglesias evangélicas), así como por otros grupos de fe cristiana, como la Iglesia Adventista del Séptimo Día, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los Gedeones Internacionales y otros cristianos no denominacionales.
Antes de la Reforma Protestante, las traducciones de las Sagradas Escrituras en lenguas modernas generalmente tomaban como base textual a la Vulgata. La obra de Reina es la primera traducción de la Biblia completa en español hecha desde los idiomas hebreo y griego, ya que la Biblia prealfonsina y la Biblia alfonsina (primeras versiones de la Biblia completa en español) fueron traducciones realizadas desde el latín. Antes de la Biblia del Oso existían solamente versiones desde los idiomas hebreo y griego al español de partes de la Biblia como la Biblia de Alba y la Biblia de Ferrara (Antiguo Testamento) y los textos de Juan Pérez de Pineda y Francisco de Enzinas (Nuevo Testamento).
En 1862 fue publicada por la imprenta de la Universidad de Oxford una revisión de la Reina-Valera hecha por Lorenzo Lucena Pedrosa. Posteriormente, las Sociedades Bíblicas Unidas revisaron la Reina-Valera en 1909, 1960, 1995 y 2011. Las revisiones de las Sociedades Bíblicas Unidas han ido eliminando muchas formas antiguas del idioma español y han actualizado algunos elementos de estilo, pero a la vez conservando en lo posible la forma como Reina escribió su obra. Esas revisiones se editaron sin los deuterocanónicos porque no están dentro del canon hebreo reconocido por los judíos. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Reina-Valera.
Queda claro que para la elaboración de este documento hemos preferido el uso de esta traducción por ser una copia de los escritos antiguos originales lo que da mayor credibilidad, además que su traducción y revisiones no están hecha por ninguna denominación religiosa en particular.
LA ADVERTENCIA DE LOS FIELES DISCIPULOS DE CRISTO
¿A qué nos amonesta Juan?
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 1Juan 4:1
¿Qué le preocupaba a Pablo?
Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis. 2Co 11:3,4
Los que sólo tienen un conocimiento superficial de la verdad no estarán capacitados para exponer claramente las Escrituras, y dar razones definidas respecto de su fe. El apóstol Juan nos amonesta a que ahondemos en las creencias, en que probemos las doctrinas por la regla infalible, la Biblia. Asimismo el apóstol Pablo nos advierte a que estemos alerta contra la presentación de “otro Jesús” “otro espíritu” y “otro evangelio” distinto al predicho por las Sagradas Escrituras.
"Escudriñad las Escrituras," fue el mandato del Maestro… no es suficiente confiar en los pensamientos de otros hombres. Debemos examinar por nosotros mismos, y aprender las razones de nuestra fe, comparando un pasaje con otro. Tome la Biblia, y sobre sus rodillas ruegue a Dios que ilumine su mente. Si estudiáramos diligentemente y con oración la Biblia día tras día, veríamos cotidianamente alguna hermosa verdad bajo una luz nueva, clara y vigorosa.
NOMBRES DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Haciendo referencia a Dios, la Sagrada Escritura en el idioma hebreo utiliza distintos nombres. Los más comunes son “Elohim” y sus derivados, “Yahweh” y sus abreviaciones; “Adonay”, cada uno con su significado que pronto vamos a considerar. Además hay combinaciones donde uno de estos nombres se encuentra junto con otros. En hebreo los nombres tienen cada uno su significado e indican características definidas.
Los nombres básicos de Dios son: heb. 'Kl [plural 'Elôhîm], "Dios"; 'Elyôn [aram. 'Illâyâ] "Altísimo"; 'Elôah [aram. 'Elâh], el singular de 'E'lôhîm cuando éste hace de singular (tiene el mismo significado que 'Kl ); YHWH, "Yahwe h"; gr. Theós. Es interesante comprobar ciertas combinaciones en los versículos bíblicos. Por ejemplo: "Yo soy el Señor [YHWH] tu Dios ['Elôhîm] Dios ['Kl ] celoso" (Dt. 5:9); "Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo ['Kl 'Elyôn]" (Gn. 14:18); "Y plantó Abrahán . . . e invocó allí el nombre de Jehová Dios Eterno [YHWH 'Kl 'Ôlâm]" (21:33); "Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-lsrael ['Kl-'Elôhê-YîÑrâ-'êl]" (33:20); entre otros.
“Elohim”
El primer nombre que encontramos abriendo la Sagrada Escritura en idioma hebreo es “Elohim” y es el término general traducido por “Dios”; en Génesis capítulo 1 el nombre “Elohim” se encuentra 32 veces. En todo el Pentateuco recurre 975 y en el Antiguo Testamento 2.312 veces. “Elohim” deriva de “El” que significa “fuerza”, “poder”, “omnipotencia”, llamando así la atención a la gran obra de creación de Dios. Además este nombre indica “fidelidad”, queriendo así recordar que Dios es constantemente fiel a sus promesas y a su pacto (Génesis 12:1-3; 28:12-15; 46:1-6; 48:21; 50:24). Formas abreviadas de “Elohim” son “Eloah”, ”El” y “Elahh”, que tienen todo el mismo sentido de “Elohim”. “Elahh” es la forma aramea y se encuentra en Esdras y en Daniel.
“Adonai”
El nombre “Adonai” es también muy antiguo y se encuentra tanto en Génesis (15:2, 8; 18:3, 27, 30), Éxodo (23:17; 34:23) y en otros libros. En el Pentateuco aparece 17 veces y en todo el Antiguo Testamento 439 veces. Significa “mi Señor” y se usa con el sentido de “Soberano”, “Señor”, “Dueño”, queriendo indicar que todo pertenece a él, siendo el verdadero Creador. Este es el nombre que desde siglos los hebreos utilizan para sustituir el nombre YHWH, cada vez que lo encuentran en la lectura de la Biblia.
“Yahweh”
El nombre que en la Sagrada Escritura hebrea encontramos después de Elohim es “Yahweh”. Esto es el caso en el segundo capítulo de Génesis, donde se encuentra casi siempre junto y antes de Elohim. En este capítulo varias veces leemos la combinación “Jehová Dios”, en hebreo “YHWH Elohim” (ver Génesis 2:4,5,8,9,15,16,18,19,21,22). El verdadero significado del nombre “Yahweh” se encuentra en Éxodo 3:14, donde Dios se define: “YO SOY”, “YO SOY EL QUE SOY”, siendo la idea fundamental la de auto existencia, y autosuficiencia. Dios es completamente distinto de otros seres, porque él es la causa eficiente de todos seres humanos o angélicos. Según ciertas informaciones, en todo el Antiguo Testamento, “YHWH”, que es la forma del hebreo antiguo, recurre 6.499 veces, siendo así el más frecuente.
Jehová: heb. YHWH, "Yahweh", "el que existe en sí mismo", "yo soy".
Transliteración conjetural del sagrado nombre de Dios por el cual Israel debía llamarlo, según instrucción divina, para distinguirlo de todos los falsos dioses (Ex. 3:13-15). En hebreo consonántico el nombre se escribía YHWH, el que, de acuerdo con LVTL, aparece 6.823 veces en el AT. Estas 4 letras reciben el nombre de Tetragrámaton. Aunque no hay evidencias documentales contundentes para confirmar la vocalización Yahweh (generalmente españolizado Jehová), por lo general los eruditos están de acuerdo en que esa era la pronunciación original.
Por causa de lo sagrado que consideraban el nombre Yahweh, y el temor de profanarlo y así transgredir el 2º mandamiento del Decálogo, los judíos poco a poco dejaron de pronunciar el nombre. Este proceso ocurrió durante el período intertestamentario, aunque no se puede precisar la fecha exacta. Los autores de los libros bíblicos postexílicos (como Esdras-Nehemías y Malaquías) no vacilaron en usar la palabra Yahweh en la misma forma en que lo hicieron los autores preexílicos. En el s III a.C., cuando los primeros libros de la Biblia fueron traducidos al griego, el nombre Yahweh se escribió en caracteres hebreos en los manuscritos griegos, como lo demuestran el papiro Fuad 266 de Dt (ss I o II a.C.) y un fragmento de los Profetas Menores (comienzos del s I d.C.) encontrados en una cueva del Nahal Hever. Sin embargo, en manuscritos posteriores de la LXX (Septuaginta o Biblia de los 70) el nombre de Dios aparece regularmente traducido como Kúrios, "Señor". Esto indica que en los primeros siglos de la era cristiana se había establecido firmemente el siguiente hábito: leer 'Adónây, "Señor", cada vez que aparecía el término Yahweh en la lectura de un pasaje bíblico en hebreo, y Kúrios, "Señor", cuando el texto hebreo era traducido al griego. Que esta costumbre estaba bien establecida en la nación judia del s I d.C. lo demuestra el hecho de que Cristo y los apóstoles usaron la palabra Señor en forma regular cuando los escritores del Antiguo Testamento hubieran usado el nombre Yahweh. En realidad, el término Señor había reemplazado tan completamente al de Yahweh, que Yahweh o Jehová no aparece en ningún pasaje del Nuevo Testamento.
Cuando los masoretas comenzaron a agregar las vocales a los manuscritos hebreos consonánticos (ss VII u VIII d.C.), añadieron las vocales de la palabra 'Adônây a las consonantes YHWH. Hasta hoy se ha seguido esta costumbre en todas las Biblias hebreas, aun las impresas por no judíos. Los judíos siempre sustituyen 'Adónáy en lugar de Yahweh cada vez que lo encuentran en la Biblia. Al no conocer esta costumbre judía, algunos traductores de las Escrituras a los idiomas modernos a partir del s XII d.C. tradujeron YHWH con las vocales que tenía 'Adônây (dando "Jehová", y lo pronunciaron de ese modo; Ex. 6:3; Sal. 83:18; Is. 12:2; etc.).
Generalmente se cree que YHWH es una forma del verbo hâyah, "ser", en cuyo caso significaría "el Eterno [el que vive eternamente]", "el que existe por sí mismo", "el autosuficiente". El atributo divino particularmente destacado por este título es el de la autoexistencia y la fidelidad, apuntando al Señor como el Dios viviente, la fuente de la vida, en contraste con los dioses de los paganos que no tenían existencia fuera de la imaginación de sus adoradores (ls. 41:23-29; 44:6-20).
Los patriarcas no conocieron el nombre “Yahweh”
Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, más en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos. Éxodo 6:3.
Esto significa que todos los antepasados y patriarcas como Adán, Abel, Enoc, Matusalén, Noé, Set, Abraham, Isaac, Jacob, José y todos los otros hombres de Dios que vivieron durante estos siglos y siglos de historia, no conocieron ni utilizaron el nombre “Yahweh”. Dios se reveló a los patriarcas bajo el nombre de “Dios Omnipotente”, en hebreo “El Shaddai”, y no bajo el nombre “Yahweh”. Pensemos un poco, que no se trató de un año o dos, fueron por lo menos 2.500 o 2.560 años de historia, la mayoría del tiempo del Antiguo Testamento, y Dios no se reveló a ellos bajo este nombre y ellos por lo tanto no lo conocieron ni lo utilizaron.
El nombre “YHWH” no es pronunciado por los judíos
Desde siglos entre los hebreos se ha desarrollado la costumbre de no pronunciar el nombre “YHWH” cuando se encuentra en la Sagrada Escritura, porque es considerado demasiado santo para ser pronunciado por labios humanos. En lugar de leer Éxodos 3:15 así como dice realmente: “Este es mi nombre para siempre”, ellos equivocándose lo interpretaron como si fuera escrito: “Este es mi nombre para que sea escondido”. Así un rabino, Abba Sa’ul, alrededor del 150 d. C. llegó a afirmar que quien pronuncia el tetragrama no tendrá parte en el mundo futuro y eso quedo así. Hasta en nuestros días el hebraísmo refiere que lo podían pronunciar los sacerdotes en el templo cuando pedían el perdón de los pecados de los penitentes y el sumo sacerdote cuando entraba en el lugar santísimo en el día de expiación. Pero como desde el año 70 d. C. el templo quedó destruido, desde ese tiempo no es pronunciado ni siquiera durante los ritos hebraicos. Todavía esto no quiere decir que la prohibición inició en esta época. Hay quienes afirman que ella empezó ya en el tercer o hasta en el sexto siglo antes de Jesús. Esto significa que por más de veinte siglos ellos no han pronunciado este nombre.
La pronunciación del nombre YHWH quedo perdida
¿Cómo hacían entonces los judíos cuando en la lectura de la Biblia encontraban el nombre “YHWH”? Por temor de profanar este nombre, que consideran el más sagrado, cada vez que encontraban lo reemplazaban con el nombre “Adonai” o con otro término. Fue así que después de siglos sin pronunciar el tetragrama, la pronunciación se perdió y hasta hoy ni siquiera ellos conocen con seguridad cuál es la verdadera pronunciación; los judíos mismos dicen que nadie sabe cómo se tiene que pronunciar. Entre los siglos VI y X de nuestra era vino la época de los masoretas, escribas y eruditos judíos que en el Texto Consonántico insertaron las vocales formadas de un sistema de puntos y líneas y así se llegó al Texto Vocalizado o Texto Masorético del Antiguo Testamento. ¿Qué vocales pusieron al tetragrama si nadie sabía cómo pronunciarlo? Por lo general en la lectura sustituían “Adonai” a “YHWH” así ellos tomaron vocales de Adonai y las insertaron en “YHWH”. Fue así que se formó el nombre “Yehowa” o “Jehová” como lo revelan las primeras ediciones del Texto Masorético de los siglos IX y X de nuestra era. La preciosa edición de la Sagrada Escritura traducida por Reina-Valera, sigue exactamente este texto. Todavía, más tarde, eruditos cristianos llegaron a la conclusión que la vocalización echa por los masoretas no era exacta y según sus búsquedas y reconstrucciones tendría que ser “Yahweh”. Desde entonces hasta en nuestros días “Yahweh” es la forma más utilizada, si bien no aceptada por todos, para representar el tetragrama vocalizado. Los judíos afirman que ni siquiera así es seguro de tener la vocalización exacta del tetragrama y continúan afirmando que esa queda perdida.
Significado del nombre de JESÚS en hebreo y griego
Del griego I'sóus, "Salvador" y del heb. Yêshûa, "¡Yahweh, salva!", forma tardía de Yehôshûa, Josué.
Esta es una palabra compuesta por “Yeh” y “oshua’” y debemos tener presente que “Yeh” o “Yah” son abreviaciones de “Yahveh”. Así es evidente que en el nombre hebreo “Yehoshua’” está incluido el abreviado “Yeh” y la palabra “oshua’”. Considerando en el hebreo el significado del nombre de Jesús entonces es “Yahveh salva” o “Yahveh es salvación”. Que en nuestros idiomas el nombre “Jesús” tenga o no tenga significado, no es lo importante, importante es su significado original y esto lo encontramos también en el Evangelio. En el mismo versículo donde el ángel comunica a José el nombre que el niño tendrá que recibir, le explica también el significado: “... y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” ¿Por qué se le tenía que poner el nombre “Yehoshua’”, “Yahveh salva”? Porque él iba a salvar al pueblo de sus pecados. Así que por boca del ángel y del evangelio está confirmado cual es el verdadero significado del nombre de Jesús.
CONSTITUCION DE LA DEIDAD
EVIDENCIAS DE LA PLURALIDAD DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Deuteronomio 6:4
Es interesante saber que el texto arriba citado presenta a Jehová de forma plural. ¿Curioso no? La palabra que se traduce como “uno es” es la palabra hebrea ekjád (אֶחַד) que significa propiamente “unido” o “unidad”. Fuente: Diccionario Strong en español.
Esta misma palabra es la que se usa en Génesis 2:24 para decir que el hombre y la mujer al unirse en matrimonio serían “una sola carne”. Esto no quiere decir que el hombre y la mujer habrían de fundirse y formar un solo cuerpo, sino que serían una sola cosa en amor y simpatía; con esto se evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación.
Asimismo se presenta en Génesis 11:6 para indicar que el pueblo estaba unido en un mismo propósito al construir la torre de Babel. “el pueblo es uno”.
También se utiliza en Génesis 41:25, 26 donde José le menciona a Faraón que el sueño de las vacas y las espigas son un mismo sueño; es decir que ambos son uno. Pero, ¿Era uno o dos los sueños que tuvo Faraón? En realidad fueron dos, sin embargo, ambos tenían el mismo significado o el mismo propósito.
Esta misma intimidad se presenta en el texto de Deuteronomio 6:4 entre los miembros de la Deidad; uno solo en naturaleza, en carácter y en propósitos.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Génesis 1:26
El plural "hagamos" fue considerado casi unánimemente por los teólogos de la iglesia primitiva como que indica a las tres personas de la Deidad. La palabra "hagamos" requiere, por lo menos, la presencia de dos personas que celebran un consejo. Las declaraciones de que el hombre había de ser hecho a "nuestra" imagen y fue hecho "a imagen de Dios", llevan a la conclusión de que los que celebraron consejo deben ser personas de la misma Deidad. Esta verdad, implícita en varios pasajes del Antiguo Testamento, tales como el que hemos tratado aquí y Gén. 3: 22; 11: 7; Dan. 7: 9, 10, 13, 14; etc., está plena y claramente revelada en el Nuevo Testamento, donde se nos dice en términos inconfundibles que Cristo, la segunda persona de la Deidad -llamada Dios por el Padre mismo (Heb. 1: 8)- estuvo asociada con su Padre en la obra de la creación. Textos como Juan 1: 1-3, 14; 1 Cor. 8: 6; Col. 1: 16, 17; Heb. 1: 2 no sólo nos enseñan que Dios el Padre creó todas las cosas por medio de su Hijo sino que toda vida es preservada por Cristo.
Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Génesis 11:7.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Isaías 6:3
Notemos que en el saludo que se hace a JEHOVÄ se menciona TRES veces la palabra SANTO. Analizando esto, surgen varias preguntas: el saludo que se le hace a JEHOVA ¿Es cosa casual? ¿Es una coincidencia? ¿O es porque se dirige a TRES PERSONAS?
Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Números 6:22 -26
Acá encontramos la forma como se debe bendecir al pueblo, notemos que se menciona TRES veces a JEHOVÁ:
a) JEHOVÁ te bendiga y te guarde.
b) JEHOVÁ haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia.
c) JEHOVÁ alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Ahora bien, después de haber leído esto, preguntamos: ¿Es una o tres bendiciones? ¿Es otra coincidencia? ¿O la bendición es dada por JEHOVÁ DIOS, expresando cada una de las TRES PERSONAS DE LA DEIDAD su parte o porción en la bendición?
Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; Génesis 19:24
Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Zacarías 3:2.
Note que dice que JEHOVÁ ejecutó sentencia de parte de JEHOVÁ.
Aunque en el Antiguo Testamento no se hace distinción entre uno y otro personaje de la Deidad el uso del pluralismo nos deja claro que Dios o Jehová se componen de varios y en concordancia con el Nuevo Testamento son tres.
EVIDENCIAS DE LA PLURALIDAD DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mateo 28:19
Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz…un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Efesios 4:3, 6,7.
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Mateo 3:16,17.
Es evidente y estamos absolutamente de acuerdo en que la palabra trinidad no se haya en las Sagradas Escrituras, sin embargo no podemos negar que la Deidad está compuesta de tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, como ya lo hemos declarado con los textos anteriores.
EVIDENCIAS DE QUE JESÚS ES DIOS
ESCUDRIÑAD LAS ESCRITURAS
¿Qué consejo da Jesús a sus seguidores?
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39.
Escudriñar significa comparar texto con texto y cosas espirituales con cosas espirituales. No debiéramos satisfacernos con un conocimiento superficial. El espíritu de Dios descansará sobre el diligente escudriñador de la verdad. El que desee la verdad en su corazón, que anhele la obra de su poder en la vida y el carácter, ciertamente la tendrá. Review and Herald, 4-6-1889.
En vista de que el Nuevo Testamento no se había escrito aún ¿Cuáles escrituras dice Jesús que dan testimonio de él?
Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Lucas 24:44
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Lucas 24:27.
¿Haciendo referencia a qué parte de la Biblia menciona Felipe a su amigo Natanael que hablaba acerca de Jesús?
Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Juan 1:45
Es interesante mencionar que los cinco primeros libros de las Sagradas Escrituras (Génesis, Éxodo, Levítico, Número, Deuteronomio) incluyendo el libro de Job fueron escritos por Moisés. Y los profetas son todos aquellos contados desde Esdras pasando por Isaías hasta Malaquías y evidentemente los Libros de los Salmos son aquellos escritos en parte por el rey David y otros personajes a estos se refiere Jesús como que dan testimonio de él. En otras palabras, en este conjuntos de libros la palabra para referirse al Salvador es Jehová ya que según él son profecías que debían cumplirse; como por ejemplo: (profecía) Salmos 23:1, (cumplimiento) Juan 10:11.
En las enseñanzas que dio cuando estuvo personalmente aquí entre los hombres, Jesús dirigió los pensamientos del pueblo hacia el Antiguo Testamento. Dijo a los judíos: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” Juan 5:39. En aquel entonces los libros del Antiguo Testamento eran la única parte de la Biblia que existía. Otra vez el Hijo de Dios declaró: “A Moisés y a los profetas tienen: óiganlos.” Y agregó: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.” Lucas 16:29, 31. . PP 383
PREEXISTENCIA DE CRISTO
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Miqueas 5:2
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, Mateo 2:1.
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Juan 17:5
Aunque la Palabra de Dios se refiere a la humanidad de Cristo mientras estaba en esta tierra, también habla decididamente acerca de su preexistencia. La Palabra existía como un ser divino, el eterno Hijo de Dios, en unión e igualdad con su Padre. Él era el mediador del pacto desde la eternidad, Aquel en quien, si lo aceptaban, serían benditas todas las naciones de la tierra: tanto judíos como gentiles.
Al hablar de su preexistencia, Cristo transporta la mente al pasado de las edades sin fin. Nos ofrece la certeza de que nunca hubo un tiempo cuando él no estuviera en compañerismo eterno con Dios. Aquel cuya voz escuchaban los judíos entonces, había estado con Dios como alguien que siempre lo hubiera acompañado.
DIOS CON NOSOTROS
¿De quién predice Isaías que nacería de una virgen?
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Isaías 7:14
¿Según el libro de Mateo qué significado tiene el nombre Emanuel y a quien se le aplica?
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo 1:23
¿Qué dice el libro de Colosenses acerca de la igualdad de Cristo con Dios Padre?
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Colosenses 2:9
Desde los días de la eternidad, el Señor Jesucristo era uno con el Padre; era "la imagen de Dios", la imagen de su grandeza y majestad, "el resplandor de su gloria". Vino a nuestro mundo para manifestar esa gloria. Vino a esta tierra oscurecida por el pecado para revelar la luz del amor de Dios, para ser "Dios con nosotros"...
Este gran propósito había sido anunciado por medio de figuras y símbolos. La zarza ardiente, en la cual Cristo apareció a Moisés, revelaba a Dios... El Dios que es todo misericordia velaba su gloria en una figura muy humilde, a fin de que Moisés pudiese mirarla y sobrevivir. Así también en la columna de nube de día y la columna de fuego de noche, Dios se comunicaba con Israel, les revelaba su voluntad a los hombres, y les impartía su gracia. La gloria de Dios estaba suavizada, y velada su majestad, a fin de que la débil visión de los hombres finitos pudiese contemplarla. Así Cristo había de venir en "el cuerpo de la humillación nuestra" (Fil. 3: 21), "hecho semejante a los hombres"... Su gloria estaba velada, su grandeza y majestad ocultas, a fin de que pudiese acercarse a los hombres entristecidos y tentados.
EL CREADOR
¿Quién dice el Libro de Génesis que creó todo?
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Génesis 1:1
¿Según Isaías quién creó todas las cosas?
Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro. Isaías 45:18
¿Quién dice el Evangelio de Juan que creó todo?
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Juan 1:1-3.
¿A quién menciona la carta de Colosenses como el Creador de todas las cosas?
En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; Colosenses 1:14-17
La íntima relación de Cristo con el Padre en la obra de la creación se presenta vez tras vez en el Nuevo Testamento (Rom. 11: 36; 1 Cor. 8: 6; Col. 1: 16-17; Heb. 1: 1-2; Apoc. 3: 14). Juan al igual que Pablo presenta a Cristo como el Creador de todas las cosas. En la eternidad pasada, el Verbo (Cristo Jn. 1:14) no fue una entidad pasiva e inactiva, sino que estuvo activa e íntimamente relacionado con el Padre en el desarrollo y en el manejo de "todas las cosas".
COMENTARIOS ADICIONALES DE JUAN 1:1
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Juan 1:1-3.
En el principio. (ἐν ἀρχή) En la frase griega falta el artículo definido (por eso se le coloca la palabra “el”), y, sin embargo, su significado es inconfundible. Si en griego llevara aquí el artículo definido, tendería a indicar algún momento particular de tiempo o "principio". Sin el artículo definido y dentro del contexto de los vers. 1-3, la frase denota el tiempo más remoto que se pueda concebir, antes de la creación de "todas las cosas" (vers. 3), antes de todo y de cualquier otro "principio". Es decir, la eternidad pasada.
Era. Griego. ‘n, una forma del verbo eimí, "ser", que expresa continuidad de existencia, o "siendo". El Verbo era por toda la eternidad. Nunca llegó a ser tal. Pero en el tiempo, el Verbo "fue hecho [literalmente, 'llegó a ser', Gr. egéneto, una forma de gínomai, 'llegar a ser' que expresa una acción iniciada y completada en un momento dado] carne" (vers. 14). De modo que Cristo siempre ha sido Dios (Juan 1: 1; Heb. 1: 8); pero, por contraste, llegó a ser hombre (Juan 1-14; cf. Fil. 2: 7). Tanto con el significado de las palabras como con la forma de ellas, Juan hace resaltar la continua, atemporal e ilimitada existencia de Cristo antes de su encarnación. En la eternidad pasada no había un punto de referencia antes del cual se pudiera haber dicho que no existía el Verbo. El Hijo existía "con el Padre, desde toda la eternidad" (Hechos de los Apóstoles pág, 32). "Nunca hubo un tiempo cuando él no haya estado en estrecha relación con el Dios eterno" (Evangelismo pág. 446). Comparar con Apoc. 22: 13 donde Jesús se proclama a sí mismo "el principio y el fin". Él es "el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Heb. 13: 8). . La palabra gínomai, empleada en el vers. 14, aparece también en el vers. 3 al referirse a la creación de todas las cosas (literalmente, "todas las cosas por él llegaron a ser "). Jesús declaró: "antes que Abraham fuese [Gr. gínomai, literalmente 'llegara a ser' o 'viniera a ser'], yo soy [Gr. eimí ]" (cap. 8: 58). El mismo contraste aparece en la LXX, en el Sal. 90: 2: " "Antes que las montañas llegaran a ser [Gr. gínomai ], desde el siglo y hasta el siglo tú eres [Gr. eimí ] Dios".
Con Dios. Gr. pros ton theón. La palabra pros denota relación íntima y compañerismo. Si Juan sencillamente hubiera querido decir que en el principio el Verbo estaba en las proximidades de Dios, podría haberse esperado que empleara la palabra pará, "al lado", o el vocablo metá, "con" (cf. com. cap. 6: 46). Pero Juan se proponía expresar más de lo que cualquiera de esas palabras podía significar cuando escribió " "abogado tenemos para con [Gr. pros] el Padre" " (1 Juan 2: 1); no en el sentido de que Jesús sencillamente está en la presencia del Padre, sino que está estrechamente relacionado con el Padre en la obra de la salvación. Pros se usa en el mismo sentido en Heb. 4: 13: " " a quien tenemos que dar cuenta" “. Es decir, "con quien tenemos que vérnoslas". La palabra aquí implica estrecha relación personal en una empresa de interés mutuo e incumbencia de ambos... Juan 17: 5. . El hecho de que el Verbo era "con Dios", es decir con el Padre, enfáticamente declara que él era un ser completamente distinto del Padre. Como lo aclara el contexto, el Verbo estaba relacionado con Dios en un sentido único y exclusivo. El Verbo era "con Dios" en la eternidad pasada, pero se hizo "carne" a fin de estar con "nosotros" (ver com. vers. 14; DTG 14-18). Él era Emanuel, "Dios con nosotros" (ver com. Mat. 1: 23). Es imposible comprender la importancia de la encarnación a menos que se la proyecte en el telón de fondo de la existencia eterna de Cristo como Dios y como íntimamente unido a Dios.
El Verbo era Dios. En griego, la ausencia del artículo definido delante de la palabra "Dios" hace que sea imposible traducir esta declaración como "Dios era el Verbo". Traducirla así sería igualar a Dios con el Verbo, limitando así la Deidad exclusivamente al Verbo. Los dos términos "Verbo" y "Dios" no son enteramente intercambiables. Sería tan erróneo decir que "Dios era el Verbo" como decir que "el amor es Dios" (1 Juan 4: 16) o que "la carne fue hecha el Verbo" (Juan 1: 14). Aunque aquí, en el vers. 1, a la palabra "Dios" le falta el artículo definido (lo cual en griego suele indicar que debe añadirse el artículo indefinido), sin embargo tiene un sentido definido. La declaración no se puede traducir "el Verbo era un Dios", como si el Verbo fuera un Dios entre muchos otros dioses. En griego, la ausencia del artículo con frecuencia hace resaltar una cualidad expresada por una palabra o inherente a ella. Por lo tanto, Juan quiere decir que el Verbo participaba de la esencia de la Deidad, que era divino en el sentido máximo y absoluto. De esa manera, en una breve declaración, Juan niega que el Verbo fuera un Dios, uno entre muchos, o el Dios, como si él solo fuera Dios. . En el prólogo (vers. 1-18) Juan declara el propósito que lo guiaba al escribir el Evangelio: a saber, presentar al hombre Jesús como a Dios encarnado (1 Juan 1: 1). Narrando un acontecimiento y después otro, y registrando discurso tras discurso, Juan va fielmente en pos de ese fin. En su conclusión, observa que su propósito al escribir era guiar a otros para que creyeran " "que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo" " pudieran tener "vida en su nombre" (Juan 20: 30-31). En la introducción de su primera epístola, otra vez Juan se refiere a su experiencia personal con "el Verbo" (1 Juan 1: 1-3). Así también, las palabras iniciales del Apocalipsis declaran que éste es "la revelación de Jesucristo"
LA GRAMÁTICA DE JUAN 1:1
Entre la gramática Griega y la Castellana existen algunas similitudes y que no las podemos pasar por alto al momento de hacer una traducción. Una regla nos dice que los nombres usados sin artículos definidos se traducen al castellano sin artículo o con el artículo indeterminado por ejemplo: (λόγος) «palabra» o «una palabra», según lo requiera la traducción. Sin embargo también hay otra regla que rige la oración tanto en griego como en la lengua Castellana que es el uso del predicado nominal y que nos expone lo siguiente.
Definición de Predicado: es la palabra o conjunto de palabras de una oración que indica lo que hace o lo que se dice del sujeto. Ej.: Manolo baila rumbas. (Manolo es el sujeto y baila rumba es el predicado. El predicado puede ser: Predicado Verbal: cualquier verbo (menos "ser estar o parecer") Ej: Los muebles ardieron rápidamente
Predicado Nominal: Lleva "ser, estar o parecer". Ej: María está sola en casa. "Ser, estar y parecer" son verbos COPULATIVOS porque como están vacíos de significados, hacen de unión o enlace entre el sujeto y el atributo, que es la palabra que completa su significado. La palabra realmente importante del predicado nominal es el atributo, por eso, el verbo copulativo deja de ser el NÚCLEO DEL PREDICADO y cede esa función al atributo. El verbo pasa a ser la CÓPULA o enlace. Está formado por los verbos "ser, estar o parecer" seguido de un complemento llamado ATRIBUTO.
En la gramática de Juan 1:1 (el Verbo era Dios λόγος ἦν θεός) bien pudiéramos aplicar la regla que nos indica que en vista de que carece de articulo definido hay que agregarle el articulo indeterminado (el Verbo era un Dios) sin embargo conforme a la otra regla nos indica que esta oración corresponde a un predicado nominal porque está usando el verbo copulativo “era” que según el Griego es el tiempo imperfecto del verbo auxiliar (εἰμί) “ser, estar, haber” por tal motivo se debe traducir de la misma manera que aparece en el original y ésta debe quedar así (el Verbo era Dios λόγος ἦν θεός) Traducción tal que concuerda con lo que Juan justo está enfocando, a saber presentar a Jesús como el Dios encarnado según ya lo confirma en el verso 14.
JUAN 1:1 EN GRIEGO Y ESPAÑOL.
ἐν ἀρχή ἦν ὁ, ἡ, τό λόγος καί ὁ, ἡ, τό λόγος ἦν πρός ὁ, ἡ, τό θεός καί ὁ, ἡ, τό
En el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el
λόγος ἦν θεός
Verbo era Dios
COLOSENSES 1:16 EN GRIEGO Y ESPAÑOL
Pablo luego de hablar acerca de la obra salvífica que ha hecho Cristo en favor del hombre; lo menciona teniendo la misma cualidad divina del Padre y agrega que por él (Cristo) fueron hechas todas las cosas que existen. No dice que Jesús haya creado una parte de lo existente como los que niegan su divinidad pretenden expresar agregándole inclusive a sus traducciones bíblicas la palabra “otras” torciendo de ésta manera el sentido de la Escritura para apoyar su doctrina. Por ésta razón en este apartado usted podrá ver el texto de Col. 1:16 en su idioma original y su traducción al castellano de forma correcta. Usted también puede comprobar esto en cualquier interlineal del Nuevo Testamento.
ὅτι ἐν αὐτός κτίζω ὁ, ἡ, τό πᾶς ὁ, ἡ, τό ἐν
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en
ὁ, ἡ, τό οὐρανός καί ὁ, ἡ, τό ἐπί ὁ, ἡ, τό γῆ ὁ, ἡ, τό ὁρατός καί
los cielos y las que hay en la tierra visibles E
.
ὁ, ἡ, τό ἀόρατος εἴτε θρόνος εἴτε κυριότης εἴτε ἀρχή εἴτε ἐξουσία
invisibles sean tronos sean dominios sean principados sean potestades
ὁ, ἡ, τό πᾶς διά αὐτός καί εἰς αὐτός κτίζω
todo fue creado por medio de él y para él
EL REDENTOR
¿Sobre quién se refería Isaías al mencionarlo como Redentor?
Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo; Isaías 44:24.
Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. Isaías 44:6
¿Quién aparece en el Nuevo Testamento como Redentor de la humanidad?
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), Gálatas 3:13
El término "redimir" se usa en el sentido de: 1. Rescatar o comprar de nuevo propiedades o esclavos. 2. Liberar de cautividad física. 3. Redimir del pecado y la esclavitud espiritual. Un dueño hebreo de tierras, forzado a venderlas (en realidad, alquilarlas) por razones financieras, podía redimir sus tierras en cualquier momento (Lv. 25:25). Bajo circunstancias especiales, los productos que normalmente serían considerados diezmo, podían rescatarse, es decir, comprarse para uso personal (27:31). Booz estaba dispuesto a redimir la propiedad que había pertenecido al esposo de Noemí (Rt. 4:1-10). Dios redimió a Israel de la esclavitud egipcia (Ex. 6:6; 2 S. 7:23; 1 Cr. 17:21; etc.) y prometió redimirlos del cautiverio babilónico (Mi. 4:10). Dios redime a su pueblo del pecado (Sal. 130:8; Tit. 2:14) y de la maldición (Gá. 3:13), y los redimirá de la tumba (Os. 13:14; cf 1 Co. 15:51-54; 1 Ts. 4:16, 17; etc.). Nuestra redención es posible por medio del sacrificio de Cristo (Gá. 3:13; 4:4, 5; 1 P. 1:18, 19; Ap. 5:9; etc.).Queda claro entonces que el Jehová que redime del Antiguo Testamento es Cristo mismo, porque la Palabra de Dios no se contradice.
EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO
¿En el Antiguo Testamento quién es el Primero y el Último?
¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros. Isaías 41:4
¿El Apocalipsis es la revelación de quién?
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan. Apocalipsis 1:1
¿A quién menciona Apocalipsis como el Primero y el Último?
Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último Apocalipsis 1:17
Juan, exilado en la isla de Patmos,... oye que una voz dice: "Yo soy el Alfa y la Omega" (vers. 11). Cae como muerto de asombro al escucharla. Es incapaz de soportar la visión de la gloria divina. Pero una mano levanta a Juan y oye una voz que le recuerda la de su Maestro. Se fortalece y puede hablar con el Señor Jesús. En el plan de la redención, Cristo es el Alfa y la Omega, el Primero y el Último. PP 383.
EL PASTOR
¿Según el Antiguo Testamento quien es el Pastor?
Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. Salmos 23:1
Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. Ezequiel 34:11,12
¿Qué dijo Jesús acerca de si mismo?
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Juan 10:11.
En la parábola del pastor, Jesús coloca su propia interpretación sobre su trabajo y misión y se representa a sí mismo como el Buen Pastor, que alimenta y cuida a sus ovejas. Cristo se presentó como el único que poseía las cualidades propias de un buen pastor. Se lo llama el "Príncipe de los pastores". - Signs of the Times, 4 de diciembre, 1893
REY, JUEZ, LEGISLADOR
¿Quién es el Juez, Rey y Legislador según Isaías?
Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. Isaías 33:22
¿Cómo llama a Jesús el libro de Apocalipsis?
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Apocalipsis 19:16
¿Qué dice la segunda carta de Timoteo sobre quien juzgará a los seres humanos?
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino. 2Timoteo 4:1.
¿Según el Evangelio de Juan quien juzgará?
Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, Juan 5:22
El título "Señor de señores y Rey de reyes" se usa en las Escrituras para referirse a Cristo cuando vuelva a la tierra para vencer a su huestes del mal y librar a su pueblo (1 Tim. 6: 15, Apoc. 19: 16; cf. Mat. 25: 31; Apoc. 1: 5; 17-14)
Isaías 11 presenta un hermoso cuadro simbólico del reinado y el reino de Cristo, introduciendo al lector al significado más profundo y eterno de Cristo como el "Rey de los judíos" (Mt. 27:11; etc.). Jesús poseía el derecho hereditario de ser rey de Israel (1:1-16), pero su apelación a la lealtad siempre estuvo basada en una verdad más profunda y espiritual que la gente no comprendió (Jn. 6:15; 12:13). Satanás reconoció la divina realeza de Cristo, y por medio del soborno trató de quitarle su derecho en el monte de la tentación (Mt. 4:8-10; Lc. 4:5-7). Jesús continuamente procuraba guiar al pueblo a aceptar a Dios como su rey y a comprender la naturaleza de su reino (Mt. 5:35; 18:23; Lc. 22:29, 30). Desafortunadamente, los judíos no reconocieron a Cristo como su largamente esperado Mesías. Dejaron de entender que su soberanía no tenía la naturaleza de un gobierno humano (Jn. 18:36; Fil. 3:20). Era el reino espiritual de la gracia, que un día sería reemplazado por el reino de la gloria.
JUSTO Y SALVADOR
En el Antiguo Testamento ¿Quién se presenta como justo y Salvador?
Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Isaías 45:21.
Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Isaías 43:11
En el Nuevo Testamento ¿Cómo es presentado Cristo?
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu. 1Pedro 3:18.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21.
Y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo. Juan 4:42.
El nombre de Jesús significa "Jehová es salvación". La construcción griega es enfática, como si se deseara recalcar que él mismo es quien ha de salvar.
Desde la antigüedad se había escuchado la promesa: "He aquí, vengo" (Sal. 40: 7; Zac. 2: 10; Heb. 10: 7). Por siglos el pueblo judío -el pueblo de Dios- había esperado ansiosamente la venida de su Libertador. Ahora, "cuando vino el cumplimiento del tiempo" (Gál. 4: 4) el destino señaló a Aquel en quien habían de cumplirse esas esperanzas.
El pecado había encerrado a los hombres (Rom. 6: 16; 2 Ped. 2: 19) en su cárcel (Isa. 42: 7). Cristo vino para quebrar las cadenas, abrir las puertas de la cárcel y libertar a los cautivos de su condena de muerte (Isa. 61: 1; Rom. 7: 24-25; Heb. 2: 15). Vino a salvarnos de nuestros pecados, no en nuestros pecados. Vino, no sólo para salvarnos de los pecados que ya hemos cometido, sino de nuestras tendencias inherentes que nos llevan al pecado (Rom. 7: 23-25; 1 Juan 1: 7, 9). Vino a redimirnos de "toda iniquidad" (Tito 2: 14), en la cual está incluida toda tendencia al mal heredada y cultivada (DTG 625).
Cristo no vino a salvar a su pueblo del poder de Roma, como lo anhelaban los judíos, sino del poder de un enemigo mucho más formidable. No vino a restaurar "el reino a Israel" (Hech. 1: 6), sino a restaurar el dominio de Dios en el corazón de los hombres (Luc. 17: 20-21). Cristo no vino principalmente a salvar a los hombres de la pobreza y de la injusticia social (Luc. 12: 13-15), como lo afirman hoy muchos apóstoles del evangelio social, sino del pecado , que es la causa fundamental de la pobreza y de la injusticia.
ROCA
¿Quién es llamado la Roca en el Antiguo Testamento?
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Salmos 19:14 (Lea también. Éxodo 32:3-7; Salmos 7:1-3; 18:2; 31,46; 28:1; 31:1-3 94:22.)
¿Según Deuteronomio la Roca es que cosa?
Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación. Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones. Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido vuestros padres. De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador. Deuteronomio 32:15-18.
¿Quién recibe el título de Roca en el Nuevo Testamento en referencia al Antiguo?
Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 1Corintios 10:4.
Aquí se simboliza al Salvador con la roca segura, de la cual los pecadores que han tropezado pero se han arrepentido pueden depender para vivificarse tomando la bebida que apagará su candente sed de la verdad divina (ver Sal. 42: 1-2; 63: 1; Juan 7: 37). La gran verdad enseñada por este versículo es que Jesús está siempre con su pueblo a través de toda esta vida terrenal, y vigila constantemente para responder a sus necesidades cuando claman a él. El mundo es un desierto árido y triste que no proporciona ni alimento ni agua al alma hambrienta y sedienta de la verdad espiritual; pero el inmutable Salvador está siempre dispuesto, y puede apoyar, sostener y fortalecer a su desfalleciente pueblo si éste clama a él (ver Sal. 46: 1; 91: 15).
Históricamente Cristo fue el conductor de Israel no sólo durante sus peregrinaciones por el desierto sino a través de toda su historia nacional. Todas las relaciones de Dios con la humanidad caída han sido, en realidad, mediante Cristo (ver PP 320, 381, 390, 418; DTG 35).
LA LUZ
Según los Salmos ¿Quién es la luz?
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Salmo 27:1.
¿Qué declaró Jesús acerca de si mismo?
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12
Jesús era ya la luz de su pueblo, la luz del mundo, antes de venir a la tierra en forma humana. El primer rayo de luz que penetró la lobreguez en que el pecado había envuelto al mundo, provino de Cristo. Y de él ha emanado todo rayo de resplandor celestial que ha caído sobre los habitantes de la tierra. PP 383.
Durante mucho tiempo las tinieblas espirituales habían envuelto a las almas de los hombres, pero la "luz verdadera" (Juan 1: 9) de la vida divina y de la perfección divina ahora resplandece para iluminar el sendero de cada hombre (Isa. 9: 1-2). La luz del cielo no sólo brilla a través de Cristo; él es esa luz (Juan 1: 9). Juan cita esta afirmación de Jesús vez tras vez (Juan 8: 12; 9: 5; 12: 35, 46; 1 Juan 1: 5-6; 2: 8). La luz siempre ha sido un símbolo de la presencia divina. Dios inundó el mundo de luz en el primer acto de la creación (Gén. 1: 3); así también cuando Dios emprende la obra de volver a crear su imagen en las almas de los hombres, primero ilumina sus corazones y mentes con la luz del amor divino (2 Cor. 4: 6). "Contigo”, dice el salmista, " "está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz" " (Sal. 36: 9).
DIOS PODEROSO
¿Qué títulos recibe Cristo en el Antiguo Testamento?
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Isaías 9:6
¿Quién dice “haré temblar los cielos y la tierra” según el Antiguo Testamento?
Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; Hageo 2:6
¿A quién se refiere Pablo al decir que “Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo” basándose en el pasaje de Hageo 2:6?
A Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Hebreos 12:24
La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Hebreos 12:26.
En todo el capítulo 12 de Hebreos Pablo habla de Jesús es por eso que notamos que menciona su nombre en el versículo 24.
Cristo venció en nuestro lugar. Era el único que podía ser un Salvador idóneo. Tenía sabiduría, habilidad y poder divinos. Pudo erguirse delante del mundo como un maravilloso Consejero, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de paz. Las palabras de Dios concernientes a su Ungido están cargadas de significado:" "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros" (Heb. 1: 8, 9)
LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO
¿A quién le prepararía el camino la “voz que clama en el desierto” según Isaías?
Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Isaías 40:3
Según el libro de Juan ¿A quién debería prepararle el camino Juan el Bautista?
Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Juan 1:15.
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Juan 1:19-23.
Había pasado más de medio siglo desde el martirio de Juan el Bautista, pero su testimonio acerca de Cristo resonaba a través de los años. Se cumplió en él, así como también fue en el caso de Abel, que "muerto, aún habla" (Heb. 11: 4; cf. Juan 1: 19-36; 3: 27-36; ver com. Mat. 3: 11-12; Luc. 3: 15).
El Bautista identifica a Jesús como al único de quien había hablado desde el comienzo de su ministerio (Juan 1: 27, 30).
"Existía antes que yo". En vista de que Juan era unos seis meses mayor que Jesús, aquí claramente se hace referencia a la existencia de Jesús anterior a su encarnación. . Algunos traductores y comentadores consideran el versículo 15 como una interpelación que interrumpe la línea de pensamientos entre los versículos 14 y 16. Sin embargo, el apóstol manifiestamente introduce aquí el testimonio del Bautista para confirmar el testimonio ya mencionado de los discípulos en el versículo 14 en cuanto a la excelsa posición de Cristo y su preexistencia. La importancia dada por la iglesia primitiva al testimonio del Bautista refleja las explícitas declaraciones de nuestro Señor (ver Juan 5: 32-36; cf. Mat. 11: 11).
Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas. Mateo 3:3
JESÚS VERDADERO DIOS
¿Cómo menciona Juan el amado a Cristo Jesús?
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. 1Juan 5:20
¿Quién se hizo carne y habitó entre los hombres como hombre?
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14
¿De qué se despojó Jesús para ser igual al hombre?
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:5-8
Cristo es eternamente Dios en el sentido supremo y absoluto del término. Es una ficción de que Jesús fue meramente un gran hombre y un buen hombre. Las evidencias de la deidad de Cristo son muchas e irrefutables. Se las puede resumir brevemente: (1) La vida que vivió (Heb. 4: 15; 1 Ped. 2: 22), (2) las palabras que habló (Juan 7: 46; 14: 10; Mat. 7: 29), (3) los milagros que realizó (Juan 5: 20; 14: 11), (4) las profecías que se cumplieron en él (Luc. 24: 26-27, 44; Juan 5: 39).
JESÚS IDENTIFICADO COMO JEHOVÁ
Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Apocalipsis 22:6
Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Apocalipsis 22:16
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan. Apocalipsis 1:1
Nótese que en el capítulo 22:6, las Sagradas Escrituras mencionan que Dios envió a su ángel para informar las profecías de Apocalipsis; sin embargo para que no quede duda, clarifica que ese Jehová que envía a su mensajero o ángel, es Jesús; capítulo 1:1; 22:16. ...“ Por boca de dos o de tres testigos se decidirá todo asunto.” 2Co 13:1 2p
EL ESPÍRITU SANTO IDENTIFICADO COMO JEHOVÁ
¿En la visión presentada a Isaías a quien él ve sentado en un trono excelso y que mensaje oye?
En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Isaías 6:1
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y dí a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, más no comprendáis. Isaías 6:8,9
¿Refiriéndose al mensaje dado a Isaías en visión a quién catalogó Pablo como autor de este?
Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: de oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis Hechos 28:25,26.
EL ÁNGEL DE JEHOVÁ
Malak Yahveh, «el ángel del Señor», y malak elohîm, «el ángel de Dios». Estas siempre se usan en singular y denotan un ángel que sobre todo tiene la función de salvar y proteger: «Porque mi ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir» (Éxo_23:23). El ángel puede también ser mensajero de maldición: «Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio» (1Cr 21:16).
La relación entre el Señor y el «ángel del Señor» a menudo es tan cercana que es difícil separar a los dos (Gén 16:7; Gén 21:17; Gén 22:11; Gén 31:11; Éxo 3:2; Jue 6:11; Jue 13:21). Esta identificación ha contribuido a que algunos intérpretes concluyan que el «ángel del Señor» era el Cristo preencarnado.
La experiencia de Agar la egipcia
Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. Génesis 16:7
Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Génesis 16:13.
Agar, sierva egipcia de Abrahán, tal vez adquirida durante su estada en Egipto (Gn. 16:1; 12:10,16). Por insistencia de Sara, Abrahán la tomó como esposa secundaria de acuerdo con las costumbres de la época, después de haber estado en Canaán unos 10 años. Entonces tenía 84 años de edad y no tenía hijos, y mediante este acto esperaba tener un heredero. Cuando Agar supo que estaba embarazada, miró con desprecio a su ama. Por ello Sara trató con dureza a su sierva la que huyó al desierto. Mientras deambulaba entre Cades y Bered, en camino a Egipto, el ángel del Señor se le apareció junto a un pozo y la envió de vuelta a su ama, prometiéndole que su hijo originaría una gran nación. Esta experiencia la condujo a llamar al pozo: Pozo del Viviente que me ve. Obedeció la indicación del ángel, regresó al campamento de Abrahán y más tarde dio a luz un varoncito, a quien Abrahán llamó Ismael (Gn 16:1-16).
Lo acontecido convenció a Agar de que Dios le había hablado. Indudablemente creyendo que debía morir el que veía a Dios (Exo. 20: 19; 33: 20), quedó atónita de haberlo visto y sin embargo permanecer viva. Por lo tanto, lo llamó "Dios que ve" porque no sólo la había visto y había ido a ella en su aflicción, sino también había permitido que ella lo viera y viviera.
La experiencia de Moisés
Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Éxodo 3:2
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Éxodo 3:4
En todas estas revelaciones de la presencia divina, la gloria de Dios se manifestó por medio de Cristo. Toda comunicación entre el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el Hijo de Dios quien dio a nuestros primeros padres la promesa de la redención. Fue él quien se reveló a los patriarcas. Adán, Noé, Abrahán, Isaac, Jacob, y Moisés comprendieron el Evangelio. Buscaron la salvación por medio del Substituto y Garante del ser humano. Estos santos varones de antaño comulgaron con el Salvador que iba a venir al mundo en carne humana; y algunos de ellos hablaron cara a cara con Cristo y con ángeles celestiales.
Durante todo el peregrinaje de Israel, Cristo, desde la columna de nube y fuego, fue su guía. Mientras tenían símbolos que señalaban al Salvador que vendría, también tenían un Salvador presente, que daba mandamientos al pueblo por medio de Moisés y que les fue presentado como el único medio de bendición. (PP 321)
La experiencia de Jacob
Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Gén 28:13
Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. Gén 28:19
Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. Gén 31:11
Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento. Gén 31:13
La experiencia de Gedeón
Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Jue 6:12
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Jue 6:14
La experiencia de Manoa
Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto. Jue 13:21,22
NOTAS ADICIONALES
Creencias Arrianas
El arrianismo es el conjunto de doctrinas cristianas expuestas por Arrio, un presbítero de Alejandría, probablemente de origen libio. Algunos de sus discípulos y simpatizantes colaboraron en el desarrollo de esta doctrina teológica, que sostenía que Jesús era hijo de Dios, pero no Dios mismo.
El arrianismo es definido como aquellas enseñanzas defendidas por Arrio opuestas a la creencia trinitaria de la Deidad, mantenido en la actualidad por la mayoría de las iglesias protestantes incluyendo la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales. Este término también se utiliza en ocasiones de forma inexacta para aludir genéricamente a aquellas doctrinas que niegan la divinidad de Jesucristo.
En la actualidad se considera continuadores de ciertos aspectos del arrianismo a varias comunidades religiosas: La cristología de los Testigos de Jehová guarda unas pocas similitudes con el arrianismo, en el sentido que ambas consideran a Jesús como el unigénito del Dios Padre, y no como Dios mismo. Los socinianos, una denominación nacida luego de la Reforma Protestante en Polonia, no cree en el aspecto de Jesús Dios, por lo que en alguna medida podrían ser considerados herederos del arrianismo también.
Similitudes entre creencias arrianas y el paganismo Greco-romano
Los arrianos hacen una distinción entre los miembros de la Deidad, entre algunos de estos grupos han optado por decir que El Espíritu Santo no es otra cosa que la relación que hay entre El Padre y El Hijo, rebajándolo a una mera fuerza, mientras que están otros que hablan de la divinidad de Cristo, y lo ponen no como al nivel de Dios, sino como una especie de semideidad, de Cristo dicen que es un ser engendrado, por Dios Padre en las largas eras de la eternidad, y por lo tanto no es igual. En pocas palabras, Cristo no es igual al Padre en divinidad, porque sencillamente como fue un ser engendrado, siempre estará por debajo del Padre, y no es eterno, porque tuvo un principio.
Analicemos un poco la historia pagana, dentro de la cosmovisión de los griegos, ellos tenían un dios mayor quien era Zeus, el dios mayor de todos los dioses del Olimpo, si notamos, las semideidades eran sus hijos, quienes por haber sido engendrados por él, tenían consustancia divina, y tenían derecho a estar en el Olimpo.
En la cosmovisión romana, podemos encontrar al dios mayor Júpiter, quien era el que ostentaba todo el poder en el panteón, y podemos encontrar a uno de sus hijos, Marte, quien era como el dios de la guerra, y tenía poderes divinos por el hecho de que era hijo de Júpiter, sin embargo nunca sería igual a su padre porque fue engendrado por este. Para los romanos esta creencia era fundamental.
La cosmovisión greco – romana se vio manifestada en la vida de algunos filósofos y teólogos del siglo I y II d.C, quienes sostenían algunas pretensiones erradas sobre Cristo.
Ireneo, quien murió alrededor de 200 d.C., dijo que antes de vivir como humano Jesús había tenido una existencia separada de la de Dios y era inferior a él. Mostró que Jesús no es igual al “Único y verdadero Dios”, quien es “supremo sobre todos, y no hay otro fuera de él”, veamos una de sus enseñanzas:
“Muy apropiadamente, entonces, dijo él, ‘En el principio era el Verbo,’ porque Él era en el Hijo; ‘y el Verbo era con Dios,’ porque Él fue el comienzo; ‘y el Verbo era Dios,’ por supuesto, porque lo que es engendrado de Dios es Dios.”—The Ante-Nicene Fathers, (Los Padres Ante-Niceanos) vol. 1, p. 328
Orígenes, quien murió alrededor de 250 d.C., dijo que “el Padre y el Hijo son dos sustancias [...] dos cosas en cuanto a su esencia”, y que “en comparación con el Padre, [el Hijo] es una luz muy pequeña”.
CONCLUSIÓN
A través de todas las páginas de la historia sagrada, donde está registrada la relación de Dios con su pueblo escogido, hay huellas vivas del gran YO SOY. Nunca dio el Señor a los hijos de los hombres más amplias revelaciones de su poder y gloria que cuando fue reconocido como único soberano de Israel y dio la ley a su pueblo. Había allí un cetro que no era empuñado por manos humanas; y las majestuosas manifestaciones del invisible Rey de Israel fueron indeciblemente grandiosas y temibles.
En todas estas revelaciones de la presencia divina, la gloria de Dios se manifestó por medio de Cristo. No sólo cuando vino el Salvador, sino a través de todos los siglos después de la caída del hombre y de la promesa de la redención, “Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí.” 2 Corintios 5:19. Cristo era el fundamento y el centro del sistema de sacrificios, tanto en la era patriarcal como en la judía. Desde que pecaron nuestros primeros padres, no ha habido comunicación directa entre Dios y el hombre. El Padre puso el mundo en manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y vindicara la autoridad y santidad de la ley divina.
Toda comunicación entre el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el Hijo de Dios quien dio a nuestros primeros padres la promesa de la redención. Fue él quien se reveló a los patriarcas. Adán, Noé, Abrahán, Isaac, Jacob, y Moisés comprendieron el Evangelio. Buscaron la salvación por medio del Sustituto y Garante del ser humano. Estos santos varones de antaño comulgaron con el Salvador que iba a venir al mundo en carne humana; y algunos de ellos hablaron cara a cara con Cristo y con ángeles celestiales. Cristo no sólo fue el que dirigía a los hebreos en el desierto—el Ángel en quien estaba el nombre de Jehová, y quien, velado en la columna de nube, iba delante de la hueste—sino que también fue él quien dio la ley a Israel. En medio de la terrible gloria del Sinaí, Cristo promulgó a todo el pueblo los diez mandamientos de la ley de su Padre, y dio a Moisés esa ley grabada en tablas de piedra. Fue Cristo quien habló a su pueblo por medio de los profetas
En las enseñanzas que dio cuando estuvo personalmente aquí entre los hombres, Jesús dirigió los pensamientos del pueblo hacia el Antiguo Testamento. Dijo a los judíos: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” Juan 5:39. En aquel entonces los libros del Antiguo Testamento eran la única parte de la Biblia que existía. Otra vez el Hijo de Dios declaró: “A Moisés y a los profetas tienen: óiganlos.” Y agregó: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.” Lucas 16:29, 31. . PP 382, 383
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